Hace tiempo , en la época
medieval , en un pueblo llamado Bavilocona sucedió una historia de
amor entre una princesa llamada Ana y un panadero llamado Juan, un
joven pobre, alto y moreno que trabajaba en la panadería de Bavilocona. Ana, era una princesa
rubia de ojos azules, que estaba rodeada de gente que la servía.
Un día, Ana fue a un lago cerca del horno
de Juan, se le ocurrió pasar a ver ese horno, ya que no
tenía nada que hacer. Saludó a Juan y este,
impresionado por la gran belleza de la princesa le regaló una
torta recién sacada del horno.
Cada vez mas a menudo, fueron
reencontrándose con la excusa de que a la princesa Ana
le habían encantado las tortas del joven panadero. Así poco a
poco se fueron enamorando, hasta que un día ambos se fundieron
en un beso que les hizo pensar que nunca se querrían separar el
uno del otro.
Pero
la familia de la princesa no aceptaba no
aceptaba a un panadero en la corte e hicieron
todo lo posible por separarles.
La princesa que prefirió dejar todo por su amado
, fingió estar muerta dejando a la entrada del
castillo su ropa manchada de sangre para irse
con Juan. De esta forma Ana vivió como una
muchacha mas del pueblo pero fue muy feliz con
su amado Juan .