Un hombre que acostumbraba a caminar sobre los puentes, a
la orilla que da al lado de los carros, y en las autopistas mas
peligrosas.
Se encontró un día un taxi, pero no
era un taxi cualquiera, era blanco y con imágenes de Dios por todos
lados, de pronto la puerta se abrió y el se subió, al entrar se dio
cuenta que todo por dentro también era de Dios.
El taxista manejaba muy rápido, era un hombre de piel
negra, todo lo demás era blanco reluciente y con imágenes de Dios,
– el taxista le dijo:¿por que caminas a la orilla de
los carros?, acaso no te das cuenta que es ¿"EL ABISMO DE LOS CARROS Y
LA VIDA DEL HOMBRE"?, piénsalo, ya no debes mas caminar en los puentes.
Cuando lo volteo a mirar era Dios, y en ese momento lo
dejó, justo donde lo había recogido, en la mitad de un puente, el hombre
sintió el peligro y tuvo temor, segundos después se encontró en el anden
y comprendió que era allí donde debía caminar.
Así que prometió no volver a caminar en los puentes,
en el abismo de los carros, y prometió también cuidar su vida , enseño a
otros hombres a cuidar la suya, la vida del hombre.