Dragon



U  B  L  I  C  I 
D  A  D


U  B  L  I  C  I 
D  A  D
 
 
    
    
 
 


EL DRAGÓN DEL FUEGO DORADO
 
 
 


Había
una vez en un hermoso reino de dragones, un pequeño dragón llamado
Drac. Un día Drac y sus amigos estaban practicando en el bosque como
lanzar fuego, Drac miraba con interés, como sus amigos lanzaban un
ardiente y calido fuego rojoDrac quería lanzar fuego como sus
amigos, pero cada vez que lo intentaba no pasaba absolutamente nada,
Drac se sentía muy deprimido al ver que sus amigos se burlaban de el
como todos los días.





Mas
tarde en casa de su abuelo, que era el dragón supremo de la aldea
del fuego, le explico Drac que su fuego se iba a manifestar cuando
el estuviera listo. Un día cuando drac estaba en el bosque, tratando
de lanzar su fuego, en la aldea apareció un gigante dragon maligno
llamado "Draco" emperador del reino de las sombras. Ese dragón que
según se decía en la aldea, capturaba las almas de los dragones.



 


Cuando
Drac volvió, vio que todos sus conocidos estaban tirados en el piso
inconcientes, Drac se dirigió rápidamente a la casa de su abuelo,
cuando llego vio que su abuelo estaba luchando contra Draco. En ese
momento Draco le lanzo fuego al abuelo de Drac. Drac vio a Draco con
furia en se momento Drac se lleno de una fuerza oculta que solo los
dragones mas poderosos tenían. Sus escamas cambiaron de color
violeta a color dorado y Drac sintió toda la fuerza del fuego.

 


Drac
cerro sus ojos, tomo aire y soplo con todas sus fuerzas, cuando
abrió sus ojos vio que lanzo un ardiente fuego pero su fuego era
distinto al de los demás, era de un color dorado destellante, en ese
momento empezó la pelea mas peligrosa para Drac, el fuego de Drac
era tan puro que pudo vencer a Draco.





Cuando termino la pelea, todas las almas de los demás dragones
habían regresado a su cuerpo, todos recordaban a Draco pero como no
lo veían se preguntaban en donde estaba, el abuelo de Drac les contó
todo, y todos se sentían mal por haber tratado tan mal a Drac, todos
le dieron una disculpa y nunca mas se volvieron a burlar de el, y en
ese momento el estaba listo para ser un dragón de verdad.

 
 
 

 
 



Autor/a del cuento

©
Héctor Hernández Sánchez