Un
vaquero muy querido practicaba para atrapar una vaca pero se
cayó del caballo y se lastimo una pierna.
Al día
siguiente con la pierna curada, pero con dolor, siguió
practicando para el torneo y mucho más de lo que debía
practicar.
Dijo el vaquero – ¡voy a practicar más! Y se canso.
y a la noche se escapo la vaca y el vaquero la atrapo. En eso
apareció el bandido.
– otra vez te veo, vaquero. – yo llegue primero a llevarme esta
vaca.
– Pero yo la atrape y esta vaca es mía, dijo el vaquero.
– Porque no competimos en el torneo, seguro te voy a ganar,
vaquero. – Nos vemos en la competencia.
Se hizo
el torneo y gano el vaquero. El vaquero siguió practicando y
yendo a torneos.
Amaneció
y el vaquero fue a otro torneo, anduvo mucho para llegar; llego
y se inscribió.
Cuando
le toco el turno al vaquero no podía atraparla, el caballo
estaba cansado y la vaca corría rápido.
No la
alcanzaron, en eso apareció el bandido y ayudo al vaquero a
atrapar la vaca. La gente se alegro y festejaron todos juntos.
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