Granjero



U  B  L  I  C  I 
D  A  D


U  B  L  I  C  I 
D  A  D
 
 
 
 
 
 

EL
GRANJERO BONDADOSO
 
 


 
 
 



Un anciano rey tuvo que huir de su
país asolado por la guerra. Sin
escolta alguna, cansado y
hambriento, llegó a una granja
solitaria, en medio del país
enemigo, donde solicitó asilo. A
pesar de su aspecto andrajoso y
sucio, el granjero se lo concedió de
la mejor gana. No contento con
ofrecer una opípara cena al
caminante, le proporcionó un baño y
ropa limpia, además de una
confortable habitación para pasar la
noche.

 



Y sucedió que, en medio de la
oscuridad, el granjero escuchó una
plegaria musitada en la habitación
del desconocido y pudo distinguir
sus palabras:

 

-Gracias, Señor, porque has dado a
este pobre rey destronado el
consuelo de hallar refugio. Te ruego
ampares a este caritativo granjero y
haz que no sea perseguido por
haberme ayudado.
 



El generoso granjero preparó un
espléndido desayuno para su huésped
y cuando éste se marchaba, hasta le
entregó una bolsa con monedas de oro
para sus gastos.

 



Profundamente emocionado por tanta
generosidad, el anciano monarca se
prometió recompensar al hombre si
algún día recobraba el trono.

 



Algunos meses después estaba de
nuevo en su palacio y entonces hizo
llamar al caritativo labriego, al
que concedió un título de nobleza y
colmó de honores. Además, fiando en
la nobleza de sus sentimientos, le
consultó en todos los asuntos
delicados del reino.

 
 
 

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