Laleona



U  B  L  I  C  I 
D  A  D


U  B  L  I  C  I 
D  A  D
 
 
 
 
 
 

LA
LEONA
 
 


 
 
 



Los cazadores, armados de lanzas y
de agudos venablos, se acercaban
silenciosamente.

 



La leona, que estaba amamantando a
sus hijitos, sintió el olor y
advirtió en seguida el peligro.

 



Pero ya era demasiado tarde: los
cazadores estaban ante ella,
dispuestos a herirla.

 



A la vista de aquellas armas, la
leona, aterrada, quiso escapar. Y de
repente pensó que sus hijitos
quedarían entonces a merced de los
cazadores. Decidida a todo por
defenderlos, bajó la mirada para no
ver las amenazadoras puntas de
aquellos hierros y, dando un salto
desesperado, se lanzó sobre ellos,
poniéndolos en fuga.

 



Su extraordinario coraje la salvó a
ella y salvó a sus pequeñuelos.
Porque nada hay imposible cuando el
amor guía las acciones.

 
 
 
 

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