Había
una vez una pastorcita llamada Andrea que cuidaba un rebaño de
ovejas. Se llamaban Piki, Vekita, Solcita, Pepita y Negrita. Le
decían así porque tenía la lana negrita.
Cuando
era de noche, la pastorcita olvidó cerrar la puerta y cuando
despertó las ovejitas no estaban. Buscó y buscó pero no las
encontró. Después le dijo a su mamá: "mami… se han escapado mis 5
ovejas" y la mamá le contestó:"¿no olvidaste cerrar la puerta?, "me
fijaré" dijo Andrea.
"Uyyyy,
es cierto, olvidé cerrar la puerta. Iré a buscar a la granja del
señor Pikud".
Cuando
la pastorcita llegó a la granja, el señor le dijo: "Mirá Andrea, me
encontré estas ovejas", y ella respondió: "Pero si son mis 5
ovejas", "Ah, perdón, estaban en mi granja"
"Está
bien, muchas gracias, ahora vengan a casa conmigo, ovejitas"
Y así,
Andrea muy feliz volvió a su casa con las ovejitas.