Trillizas



U  B  L  I  C  I 
D  A  D


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D  A  D
 
 
    
    
 
 


LAS TRILLIZAS ÚNICAS


 

 
 
 



Érase una vez tres hermanas idénticas, que nacieron al
mismo tiempo, al ver sus padres que eran iguales decidieron que tenían
que ser separadas si querían darles un trato único a cada una de sus
hermosas hijas, así que las hermanas fueron separadas, viviendo en
distintos países con sus hadas madrinas.




Cada hermana usaba un vestido de diferente color, Alexa llevaba un
vestido Rojo, Andrea usaba uno color violeta y Alondra uno azul, todas
usaban un listón en su cabeza del mismo color que su vestido. Las tres
eran hermosas, con mirada dulce y tierna voz. Según lo dispuesto por sus
padres crecieron en distintos países y ninguna sabía de la existencia de
sus dos hermanas.




Un buen día una de las hermanas, Alexa, se sentó bajo la sombra de un
enorme árbol a contemplar a su alrededor, al observar a otros niños
jugar con sus hermanos no pudo dejar de sentir tristeza por su suerte de
no tener un cómplice de juegos y de pronto se soltó a llorar, al verla
su hada madrina le preguntó que le sucedía y ella contesto:

–Estoy triste por que yo no tengo un hermano con quien jugar, con quien
cantar y con quien correr por este enorme bosque ¡Soy tan desafortunada!





Al escucharla su hada madrina le dijo – Querida mía, no estés triste, en
esta vida nadie es único y todos tenemos nuestras almas gemelas en algún
rincón del mundo




Las palabras de la deslumbrarte hada calmaron a Alexa y sin más se
tranquilizo, aunque seguía sintiendo que algo le hacía falta en su vida.




En otra parte del mundo se encontraba Andrea, estaba sacando agua del
pozo para llevar a su casa, pero no podía con el peso de la cubeta, de
pronto escucho unas risas que venían del otro lado donde estaba otro
pozo, esto la hizo voltear y entonces observó como unas hermanas se
ayudaban y unían sus fuerzas para sacar el agua del pozo, entonces sin
más que ver sintió una profunda tristeza y dejo caer con tanta rabia la
cubeta al pozo que ya no pudo recuperarla, su hada madrina que estaba
cerca se pudo dar cuenta de lo acontecido y se acercó a la dulce Andrea…
que en ese momento su dulzura no estaba presente y estaba llena de ira,
la hada madrina le preguntó – ¿qué te sucede mi querida niña?




Andrea en tono molesto le contesto – estoy tan enojada por que si tan
solo tuviera una hermana que me ayudara con mis cosas, que fuera mi
compañera, estoy segura que juntas podríamos hacer cualquier cosa,
haríamos pasteles, ropa para las muñecas y me ayudaría a sacar el agua
del pozo




Al escucharla su hada madrina le dijo – Mi niña, no estés enfurecida, en
esta vida todos tenemos nuestras almas gemelas en algún rincón del mundo
y tú algún día la encontrarás- al escucharla Andrea se tranquilizo, y
fue el hada madrina quien la ayudo a sacar la cubeta con agua del pozo.




Mientras tanto Alondra se encontraba en su casa, a la orilla del mar,
veía el mar azul, escuchaba como las olas rompían, y se maravillaba de
los reflejos de los rallos del sol sobre el agua cristalina, viendo
tanta belleza no dejo de sentir pena de no poder compartir con nadie el
momento tan hermoso que estaba viviendo, sintió una soledad y se sumió
en una depresión, no quería comer y no quería hablar con nadie… su hada
madrina se preocupó tanto que convocó una junta con los padres de las
triatas y con las otras hadas madrinas.




Por fin llegó el día de la reunión, y entonces les dijo- No he querido
molestarles e importunarles, pero lo que vengo a tratar es de vida o
muerte- al escucharla las hadas y los padres se alarmaron, la hada
continúo hablando – mi tierna Alondra esta sumida en una depresión y no
quiere vivir más – ¿cómo es posible? ¡Si es apenas una niña! Dijo el
padre asombrado, -además las triatas siempre han tenido todo, viven en
los lugares más espectaculares de la tierra, las tienen a ustedes y
pueden disfrutar de un trato único- agregó la madre.




La verdad es que mi dulce Andrea no esta feliz con su vida- ¡tampoco
Alexa! Agregaron las otras hadas, – son tan desdichadas que les hace
falta algo- pero ¿qué? preguntaron los padres que siempre quisieron que
sus hijas estuvieran felices.




Después de una reflexión se dieron cuenta que las niñas se sentían tan
solas y alejadas del mundo, que añoraban tener un hermano o hermana que
les hicieran compañía. Que ya eran únicas por si solas, y que no hay
nada mejor que mantener a la familia unida.




Los padres comprendieron que sus hijas no necesitan estar separadas para
sentirse únicas y felices, y que no hay nada mejor que tener el amor de
tus padres y tus hermanas. Así pues decidieron unirlas y vivir todos
juntos.




Las hadas fueron por Alexa, Andrea y Alondra, sin decirles nada las
llevaron a la casa de sus padres y al llegar las pusieron en una salita
pequeña, las niñas se vieron con asombro y maravilladas se empezaron a
reír de lucir los mismos vestidos aunque de diferente color, e
inmediatamente se hicieron inseparables, recordaron lo que sus hadas les
habían dicho sobre que en otro lugar del mundo tenían una alma gemela y
se sintieron afortunadas de haberla encontrado.




Los padres al ver esta reacción se sintieron felices de tener a sus
hijas en casa y unidas. Desde ese entonces vivieron todos juntos y
felices, pero después de decirles la verdad sus respectivas hadas
decidieron regresar a sus maravillosos hogares, ellas también se
extrañaban y echaban de menos a las otras hadas que eran sus hermanas,
las cuales se encontraban en un mundo luminoso donde se concentraban
todas las hadas antes de ser asignadas a una niña.




Las niñas tristes preguntaron que por que tenían que irse, a lo que
ellas respondieron -cada uno tiene su lugar en el mundo- “pero nos harán
falta” replicó Alexa – No será así por que ya encontraron sus almas
gemelas- contestaron las hadas.






Y entonces Andrea y Alondra en voz sonora dijeron- “pero nos harán falta
ustedes” – y las hadas contestaron- cuando nos extrañen vean al cielo y
cuando contemplen las estrellas luminosas recuerden que todos tenemos
nuestras almas gemelas en algún rincón del universo, y nosotros al
recordarles estaremos pensando lo mismo.




Las hadas se convirtieron en una luz destellante que se esfumo por los
cielos hasta llegar a las estrellas y las niñas vivieron junto con sus
padres felices todos los días de su vida.
 

 
 

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Autor/a del cuento

©
Elizabeth Lizeth Mayer Granados